Después de cuatro jornadas sin ganar, el Tottenham Hotspur volvió este sábado a sumar de a tres en liga tras golear por 5-1 al endeble Stoke City, en una jornada 16 de la Premier League en la que el Chelsea tropezó incomprensiblemente ante sus vecinos del West Ham (1-0) y dijo prácticamente adiós a sus opciones de pelear por el título.

Dos derrotas -ante Arsenal (2-0) y Leicester (2-1)- y dos empates -con West Bromwich (1-1) y con Watford (1-1)- después, el conjunto del argentino Mauricio Pochettino se dio un homenaje a costa de los 'Potters', que con esta goleada sufrida se mantienen en la parte baja de la tabla y se meten en peligro.

Harry Kane en dos ocasiones, Son Heung-min, Christian Eriksen y Ryan Shawcross en propia puerta fueron los anotadores de los 'Spurs', que podrían haber ganado por una diferencia todavía mayor de no ser por el buen hacer del portero rival, Jack Butland, que tuvo una actuación de mérito en el estadio de Wembley.

"Así es como tenemos que jugar a partir de ahora. Tener consistencia desde ahora hasta el final de la temporada es tremendamente importante si queremos acabar entre los cuatro primeros. El equipo mostró hoy toda la calidad que tiene", expresó tras el duelo Pochettino, que vio a sus hombres marcar cinco goles en un encuentro por primera vez en el curso.

Con esta victoria, el Tottenham rompe una racha de cuatro partidos sin ganar en liga y asciende hasta la quinta plaza de la clasificación, con 28 puntos, a uno del Liverpool, que se enfrenta el domingo en Anfield con el Everton, y a cuatro del Chelsea.

Precisamente los 'Blues' cayeron este sábado, en el partido que abrió la jornada 16, a manos de su vecinos del West Ham por 1-0 en el Estadio Olímpico. Un solitario tanto del austríaco Marko Arnautovic a los seis minutos hundió al equipo de Antonio Conte y dio a los 'Hammers' una necesitada y balsámica victoria, la primera desde la llegada del técnico David Moyes.

Arnautovic, fichaje más caro en la historia de los del este de Londres, anotó su primer gol de la temporada en el momento más necesario, con su equipo ávido de puntos y en los puestos de descenso de la Premier League.

Al Chelsea se le notó cansado y falto de chispa este sábado, y acusó en exceso el partido de entre semana en la Liga de Campeones con el Atlético de Madrid (1-1). Conte no varió su equipo y alineó a 10 de los 11 que fueron titulares ante los rojiblancos: sólo ingresó Marcos Alonso por Victor Moses.

"Hablar de estar en la pelea por el título después de perder un partido es un poco raro, especialmente si es la cuarta derrota en 16 encuentros. Cuando tienes un comienzo así es imposible pensar que estás en la lucha por la liga", lamentó el técnico italiano en la rueda posterior al choque.

"Si quieres estar en la pelea por el título sólo puedes perder una o dos veces. Para competir necesitas continuidad, y nosotros no la tenemos", apuntó.

Este sábado jugaron todos los equipos en la parte baja de la clasificación: Crystal Palace, Swansea, West Ham, West Brom, Newcastle, Stoke, Bounemouth, Brighton, dejando los partidos 'grandes' para el domingo, con dos derbis y un apasionante Southampton-Arsenal.

En el duelo que cerró la fecha sabatina, el Newcastle se inclinó en St James' Park ante el Leicester (2-3) -tres victorias consecutivas- gracias a un gol en propia portería en el minuto 86 del delantero español Ayoze Pérez.

Además, el Swansea ganó con lo justo al West Brom (1-0, Wilfried Bony) y se llevó un triunfo balsámico, mientras que el sorprendente Burnley superó al Watford por idéntico resultado (1-0, Scott Arfield) y el Huddersfield se impuso por 2-0 al Brighton en el partido de recién ascendidos.

Crystal Palace y Bournemouth firmaron las tablas en Selhurst Park (2-2), en un emocionante duelo que los locales pudieron haber ganado si Christian Benteke no llega a fallar un penalti en el minuto 94.

Para la jornada dominical quedan tres apasionantes partidos: Southampton-Arsenal, el derbi de orillas del río Mersey entre Liverpool y Everton y el derbi de la ciudad de Manchester entre el United de José Mourinho y el City de Pep Guardiola.

EFE